domingo, 5 de enero de 2014

"Los tres hábitos que cambiarán tu vida" de Homo Minimus



Nada sucede por casualidad (o al menos eso parece).

Llevo casi medio año desconectado de la blogosfera, sin leer sobre minimalismo ni escribir nada desde aquel artículo "El reto de la alondra colectivo" que me da la sensación que lo publiqué en una vida anterior. Lo mejor de todo es que esa ausencia no me produce desazón; no me siento obligado a estar permanentemente conectado y activo; incluso, de forma explícita, declaré Mínimo como un Slow blog.

Bueno, voy al grano... me dispongo a procesar mi bandeja de entrada con el firme propósito de alcanzar el nirvana minimalista, o sea, dejarla vacía. Uno por uno, empezando por el primero, voy "deglutiendo" los mensajes: borrando, archivando, generando tareas... en fin ya sabéis cómo va el tema. En el ínterin me encuentro en el buzón un mensaje de Homo Minimus con un libro bajo el clip: "Los tres hábitos que cambiarán tu vida".

Ipso facto me he leído el libro - ya me gustaría preparar apuntes o exámenes así de rápido - y he decidido salir de mi letargo blogueril, algo tan bueno merece ser compartido.
"Al principio hemos de tirar del hábito; cuando esté formado, el hábito tirará de nosotros"
"Los tres hábitos que cambiarán tu vida" va directo a la madre de todas las madres de la superación personal: la creación de hábitos.

El libro empieza analizando qué son los hábitos y cómo se crean, de una manera muy clara y concisa. Se propone asentar tres hábitos durante un año, a saber:
  • Atención plena o mindfulness
  • Perseverancia
  • Ejercicio físico
No esperes recetas mágicas al estilo "El Secreto". Por el contrario, "Los tres hábitos que cambiarán tu vida" propone una adquisición de hábitos mediante un proceso muy estructurado que a muchos parecerá hasta "cuadriculado" o demasiado "matemático".

Atención plena o mindfulness

La atención plena o mindfulness consiste básicamente en tener la conciencia en el presente y vivir con plenitud el momento actual, sin llevar la mente a los acontecimientos del pasado que ya no se pueden cambiar ni perdernos en ensoñaciones sobre el futuro. Es muy fácil de entender pero muy difícil de poner en práctica.

Para asentar el hábito de la atención plena, el libro propone la práctica deliberada de mini-meditaciones - una por semana - de lo más variadas. Algunas de ellas pueden resultar raras o incluso absurdas, pero todas tienen un sentido.

Por ejemplo, en la semana nº 11 se propone practicar la mini-meditación "Conducción minimalista" que consiste en vaciar la mente de todo lo que no sea la conducción cuando te sientas al volante del coche.

Aquí va una perlita de muestra:
"Sé compasivo. Si algún conductor menos evolucionado te pita, se cruza, se exaspera, se queja de tu parsimonia al retomar la marcha tras un semáforo, sonríes y rezas un microsegundo por su alma. El conductor exasperado es también un ser vivo. Aprovecha para ejercitar tu compasión. Sé como el sándalo, que perfuma el hacha que lo corta."

Perseverancia

El segundo hábito consiste en cultivar la perseverancia, la voluntad y la disciplina. Haber trabajado la atención plena ayudará a conseguir estas cualidades.

Un pequeño extracto:
"Imagina que eres una persona resuelta, determinada, perseverante y con una gran capacidad de autorregulación. Ya no renuncias a nada valioso en tu vida solo porque haya que hacer un gran esfuerzo. Tú valoras si lo que deseas es lo suficientemente valioso para ti o no y te lanzas a por ello sin postergaciones; no difieres el inicio de la acción y una vez que has comenzado persistes hasta el final. No eres inmune ante el cansancio, las tentaciones y el deseo de abandonar, pero has desarrollado la habilidad emocional de mantener el esfuerzo en el tiempo."
Igual que para adquirir el hábito de atención plena, se proponen ejercicios semanales a realizar durante el segundo trimestre del año que nos irán llevando poco a poco a nuestro objetivo.

Ejercicio físico

El ser humano es cuerpo, mente y espíritu. Para alcanzar la armonía hay que cultivar estos tres aspectos. Un cuerpo sano y bien ejercitado es la base para construir todo lo demás.

Esta parte del libro es una sorpresa - si no te gusta, Homo Minimus te devolverá el dinero - pero no hagas trampa, no saltes directamente a esta sección, es mejor leer el libro en orden secuencial, empezando por el principio y aplicando todos y cada uno de los pasos sugeridos.

Descarga del libro

Puedes descargar "Los tres hábitos que cambiarán tu vida" completamente gratis haciendo clic en el enlace.

8 comentarios:

  1. Ivan Entusiasmado5 de enero de 2014, 19:53

    Me alegro de que vuelvas a escribir Luis José. Un saludo.

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  2. Y yo me alegro de que os volváis a pasar por Mínimo. Gracias.

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  3. Muchas gracias por seguir publicando de vez en cuando cosas de utilidad.

    He descubierto un artista que hace música tranquilita y tiene toda su discografía para descarga gratuita, y con la posibilidad de hacer donación quien lo estime conveniente.

    Se llama Chris Zabriskie.

    Tiene web principal: http://chriszabriskie.com/

    Y los discos los he bajado de aquí, son 9,
    hay que pinchar en la portada de cada uno para bajarlos,
    y luego arriba a la derecha donde hay una flecha hacia abajo que pone "Download this album":
    http://freemusicarchive.org/music/Chris_Zabriskie

    Un saludo.

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  4. Hola Necro Acustic, muchas gracias a ti por leer Mínimo y por la recomendación.
    Ahora mismo estoy escuchando el álbum Cylinders, está muy chulo.
    Saludos

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  5. Ánimo Luis José, se echan en falta tus entradas ;)

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  6. Gracias por los ánimos, Bosco. Tengo varias entradas en el tintero, alguna caerá ;-)

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  7. me alegra ver un articulo sobre minimalismo...desde que borraron los enlaces en wikipedia a los blogs..parece que el minimalismo desaparecio...jajajajaja...saludos desde Colombia a todos esos que tenemos esa obsesión de buscar la esencia de las cosas.

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  8. La Perseverancia no existe, pues presupone negativamente la necesidad objetiva de hacer algo. Es decir, si quieres hacer algo, lo haces; y si no quieres hacer algo, no lo haces. El concepto de esfuerzo, perseverancia y continuidad únicamente servirían para a posteriori autosugestionarse sobre el valor de lo ya hecho.


    Ejemplo: "Perseveré, me esforzé y trabajé duro para conseguir mi meta": no es la perseverancia la causa, es la consecuencia. Si consigues algo, repito, es porque quieres, que hayas perseverado no es condición para querer hacerlo y ni siquiera para conseguirlo pues una pausa puede interpretarse a la larga como eso, una pausa. En fin: ad hoc ergo propter hoc.

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