Después de un largo período sin publicar en Mínimo, tengo el honor y el placer de comenzar esta nueva andadura del blog con un artículo de Valentina Thörner da Cruz (gracias Val), todo un referente en la red en cuestiones de sostenibilidad y minimalismo. Sin más, os dejo con su artículo.
Desde agosto reina el silencio en el blog de Luis José. Mi fuente de ideas productivas y minimalistas está inmersa en la vida real con mil cosas por resolver. Quizás esta entrada invitada puede servir para dar un empujoncito para que vuelva a compartir con nosotros las cosas que hacen su vida más divina.
Como minimalista productivo, Luis José comparte en este blog muchas ideas sobre cómo sacar mejor provecho de las horas trabajadas. Vivir con poco y conseguir mucho no es una contradicción, al igual que lo bonito y lo práctico no están reñidos: así que seguramente la eCoberta encaja muy bien en este espacio
Cómo mi problema personal se convirtió en un producto
Hace unos meses sustituí mi portátil por un iPad2. En combinación con el teclado inalámbrico cumple perfectamente con las características que exijo a mi herramienta de trabajo de viaje: es ligero, elegante, cabe en mi bolso de siempre y además impresiona a todo el mundo. Pero siguen siendo dos piezas. Y mientras la pantalla del iPad estaba protegida por una funda, el teclado acumulaba las migaja
¿Es mucho pedir? Tan solo buscaba una funda que uniera el iPad con el teclado, protegiendo a los dos de las partículas sueltas del ambiente (y de las mesas de algunos cafés donde trabajo de vez en cuando) y que preferiblemente fuera un poco sostenible. Así que con un poco de tela de lo que fue una falda y la máquina de coser de una amiga me puse a inventar
El primer prototipo era deplorable, pero utilizándolo ya me preguntaron algunas personas cómo lo había hecho. ¿Sería que yo no era la única que tenía este problema?
Pruebas de resistencia, el ajuste perfecto y la magia de las telas estampadas
Si iba a producir algo, quería que beneficiara a la sociedad que tan calurosamente me había acogido. Así que contacté con Estel Tápia, el taller de reinserción social que presenté hace un año en mi blog (http://valedeoro.es/podcast-ecoto-acabo-con-la-justificacion-del-aluminio). Tienen experiencia con productos textiles y aceptaron el reto de convertir mi idea en un producto de verdad. 20 prototipos e incontables pruebas de tejidos más tarde, la misión se cumplió: nació la eCoberta. A partir de ahora “solo” tendría que eligir los diseños para la primera colección.
Esta semana mi producto ve la luz del día, o mejor dicho del mercado. Fabricado íntegramente en el taller de reinserción social resuelve mi problema personal de las migajas y además cumple con mis exigencias a nivel ético. Ahora ya nada impide que escriba en mi iPad desde cualquier lugar, sin miedo de que alguien me arranque el aparato ni que se estropee el teclado por migajas transitorias.
Ahora sí, el orden interno del iPad y de tu flujo del trabajo lo tendrás que abordar por separado.
Para saber más de la eCoberta, puedes visitar la página oficial: http://eCoberta.com. Y para animar a Luis José a volver al mundo virtual, puedes dejar un comentario abajo :)
Valentina Thörner da Cruz
Como minimalista productivo, Luis José comparte en este blog muchas ideas sobre cómo sacar mejor provecho de las horas trabajadas. Vivir con poco y conseguir mucho no es una contradicción, al igual que lo bonito y lo práctico no están reñidos: así que seguramente la eCoberta encaja muy bien en este espacio
Cómo mi problema personal se convirtió en un producto
Hace unos meses sustituí mi portátil por un iPad2. En combinación con el teclado inalámbrico cumple perfectamente con las características que exijo a mi herramienta de trabajo de viaje: es ligero, elegante, cabe en mi bolso de siempre y además impresiona a todo el mundo. Pero siguen siendo dos piezas. Y mientras la pantalla del iPad estaba protegida por una funda, el teclado acumulaba las migaja
¿Es mucho pedir? Tan solo buscaba una funda que uniera el iPad con el teclado, protegiendo a los dos de las partículas sueltas del ambiente (y de las mesas de algunos cafés donde trabajo de vez en cuando) y que preferiblemente fuera un poco sostenible. Así que con un poco de tela de lo que fue una falda y la máquina de coser de una amiga me puse a inventar
El primer prototipo era deplorable, pero utilizándolo ya me preguntaron algunas personas cómo lo había hecho. ¿Sería que yo no era la única que tenía este problema?
Pruebas de resistencia, el ajuste perfecto y la magia de las telas estampadas
Si iba a producir algo, quería que beneficiara a la sociedad que tan calurosamente me había acogido. Así que contacté con Estel Tápia, el taller de reinserción social que presenté hace un año en mi blog (http://valedeoro.es/podcast-ecoto-acabo-con-la-justificacion-del-aluminio). Tienen experiencia con productos textiles y aceptaron el reto de convertir mi idea en un producto de verdad. 20 prototipos e incontables pruebas de tejidos más tarde, la misión se cumplió: nació la eCoberta. A partir de ahora “solo” tendría que eligir los diseños para la primera colección.
Esta semana mi producto ve la luz del día, o mejor dicho del mercado. Fabricado íntegramente en el taller de reinserción social resuelve mi problema personal de las migajas y además cumple con mis exigencias a nivel ético. Ahora ya nada impide que escriba en mi iPad desde cualquier lugar, sin miedo de que alguien me arranque el aparato ni que se estropee el teclado por migajas transitorias.
Ahora sí, el orden interno del iPad y de tu flujo del trabajo lo tendrás que abordar por separado.
Para saber más de la eCoberta, puedes visitar la página oficial: http://eCoberta.com. Y para animar a Luis José a volver al mundo virtual, puedes dejar un comentario abajo :)
Valentina Thörner da Cruz
Gracias de nuevo por la entrada.
ResponderEliminarTe deseo mucha suerte con la eCoberta :)
Un saludo
Fue el portátil "sustituido" porque ya no funcionaba? No seria aún más ético no comprar el iPad2? Tantos enlaces a Apple... necesarios?
ResponderEliminarHola invitados,
ResponderEliminarEl consumo ético se puede llevar al extremo tanto como se quiera, el ser humano necesita poco más que comida para subsistir. En esto, como en todo, creo que hay que buscar el equilibrio, es decir, ser consecuente con lo que uno piensa y al mismo tiempo ser práctico. Conociendo a Valentina, no creo que se haya comprado el iPad simplemente por capricho o por moda, seguramente le sacará bastante partido.
En cuanto a los enlaces a Apple, son completamente innecesarios pero pueden traer visitantes al blog. Gracias a tu comentario (y a mi respuesta) hay todavía más posibilidades de que eso ocurra :)
Gracias por comentar. Un saludo.