domingo, 10 de abril de 2011

Proyecto 333: Conclusiones



Durante estos últimos tres meses - concretamente desde el nueve de enero - he participado en el experimento minimalista que se ha dado en llamar Proyecto 333. Básicamente ha consistido en usar únicamente 33 prendas (ropa y calzado) en este período de 3 meses.


Dándole los buenos días al armario

Como ya comenté en mi primera valoración del experimento, el gesto diario de elegir la ropa que ponerme ha sido más sencillo y más rápido que antes de meterme en este asunto. En el armario he tenido sólo lo que había en mi lista, nada más, lo demás lo tenía guardado.
Además de rápido, también ha sido más placentero porque se trataba de prendas de calidad que me gustan mucho y que me sientan bien. Si tengo que elegir unas prendas y descartar otras para decidir qué ponerme durante tres meses, lógicamente elijo lo mejor que tengo; ahí está el éxito del Proyecto 333.


Hábitos de compra

He cambiado completamente mis hábitos de compra en general pero especialmente en cuestión de ropa. Hace cosa de dos años, si veía una camiseta chula que estaba bien de precio me la compraba. Iba a las rebajas sin una idea clara de lo que quería, simplemente a la caza y captura de buenas ofertas.
El resultado de este comportamiento era la saturación. Gastaba mucho en ropa, aunque a mí no me lo parecía ya que compraba cosas baratas, tenía el armario lleno y muchas veces me decía a mi mismo eso de "no tengo nada que ponerme" ¿te suena?
He ido cambiando poco a poco este comportamiento y el Proyecto 333 ha supuesto el espaldarazo definitivo. Ahora medito muchísimo cada nueva adquisición, sólo compro algo si sé que lo voy a utilizar mucho, si me gusta y si es un producto de buena calidad. En lo que va de año, en cuanto a ropa he comprado apenas una camisa blanca (para sustituir una camisa del Proyecto 333 que estaba un poco estropeada) y una camiseta negra de manga larga (a lo Jobs) en mi viaje a Lituania; las maletas tardaron casi tres días en llegar y no quise ir varios días seguidos a las reuniones con la misma camisa :)


Baile de fechas

Como anécdota os cuento que el pasado nueve de marzo pensaba que se había acabado el experimento, no sé por qué pero me bailaron las fechas en la cabeza. Bueno, el día siguiente me puse ropa que no estaba en mi lista, pensé "ya que se ha acabado el experimento me pongo la camisa que me regaló mi mujer para San Valentín y que todavía no he estrenado".
Me extrañó no ver ningún artículo sobre el Proyecto 333 en la blogosfera haciendo balance de la experiencia, hasta que caí en la cuenta que me había comido un mes. Creo que ha sido la única vez que me he saltado las normas del experimento - fue de forma inconsciente - aparte de lo ocurrido en Lituania que ya he contado.


¿Y ahora qué?

Me seduce muchísimo la idea de vestir "mi propio uniforme", es decir, elegir con qué prendas me siento mejor y vestirme con ellas todos los días, y no tener nada más. Se entiende que tendría esas prendas repetidas para no ir desnudo mientras se lava la ropa sucia.
De momento voy a dejar esa idea incubando, puede que después del verano sea una buena fecha para hacer el experimento "uniforme durante tres meses" o algo por el estilo. Ya os contaré.


¿Y a vosotros qué tal os ha ido el Proyecto 333?
Si no habéis participado, os recomiendo encarecidamente que lo intentéis, al menos una vez en la vida :)