"A la tumba te llevarás lo que comieres y lo que jodieres, na más."
Refranero popular
La vida es efímera
Sumidos en la rutina diaria, preocupados por pequeñeces, pasamos por alto la fragilidad de nuestro ecosistema. Damos por sentado que mañana por la mañana volveremos a ir al trabajo, volveremos a comer y a dormir, que volveremos a revisar nuestro correo electrónico y que para las próximas vacaciones iremos a Italia.
Los acontecimientos parecen engranajes de una maquinaria que, mejor o peor, va funcionando según los planes... hasta que la vida te da una buena bofetada en la cara y te despabila: puede ser la pérdida de alguien a quien quieres, una enfermedad o la experiencia de "volver a nacer" que te provoca la súbita e inesperada cercanía de la parca. Entonces te das cuenta de que hoy estamos aquí pero mañana podemos estar en el más allá, o entremedias, o en cualquier otro sitio o circunstancia que nunca hubiéramos imaginado.
No hay marcha atrás
¿Qué harías si volvieras a tener 18 años? ¿tirarle los tejos a aquella chica que tanto te gustaba? ¿tocar la batería en una banda? ¿montar un negocio?
Lamenteblemente no podemos dar marcha atrás. Lo hecho, hecho está, y lo que no hemos hecho, sin hacer se queda. Apenas nos queda el consuelo de haber aprendido de los errores. Pero, siguiendo con los refranes, "nunca es tarde si la dicha es buena". No conozco nada que se pueda hacer a los 18 y que no se pueda hacer con 50.
Saborea cada instante
Cada día, cada hora, cada segundo tiene su olor y su sabor; por qué no disfrutarlo como si fuera el último. Desde que nos tomamos el primer café de la mañana hasta que leemos unas páginas de un buen libro antes de ir a dormir, cada día está lleno de momentos que merece la pena paladear lenta y plácidamente. Y si no es así ¿a qué estás esperando?
El pasado ya se fue, el futuro siempre queda lejos, lo único que tenemos es el presente, ¡vívelo con toda la intensidad!.
"No dejes para mañana lo que puedas disfrutar hoy."
Mínimo
Es verdad que hay que intentar disfrutar de todas las cosas que te ofrece la vida y todo lo que tienes a tu alrededor, pero a veces se hace muy difícil por ciertas cosas que te pasan y te han pasado y es cuando te preguntas...¿Para que intentar ser feliz si con eso no cambia nada? ¿Para que intentarlo si después vuelve a pasar algo que te hace pensar en que no ha servido de nada?
ResponderEliminarSe que hay que intentarlo pero se que es difícil, también se que siempre se vuelve a intentar aunque te vuelvas a caer y volver a levantar.
Ana María Fernández Gómez
Pues, Ana María, yo siempre me aplico aquello de que "de to se sale", y es que es así, de to se sale, y se mira atrás, y se ha salío, y en momento parecía que el mundo se te caía encima, pero aunque hubiera sido así, hubieras salido de debajo ;)
ResponderEliminarY ya que va la cosa de dichos populares "Que no te mande Dios lo que tu cuerpo puede aguantar!!"
;)
Me ha gustado especialmente este blog Luis, y la ensalada de coraçones :)
Besos.
Diana
www.elperroqueayuda.com
¡Vive el presente! ¡Vive el presente! Totalmente de acuerdo, no hay nada más. Justamente ayer noche hablaba de esto con mi mujer, en concreto de las "bofetadas" que comentas. Aquellas que pensamos que nunca no darán a nosotros, pero de las que en realidad nadie se salva. Estuvimos recordando durante unos minutos y ya hemos recibido unas cuantas: cáncer, accidentes de tráfico, muertes súbitas,... han sacudido a nuestra familia. ¿Pero sólo a la nuestra? Qué va. A todas. No conozco a nadie que no me pueda decir "Mi padre, mi hermano, mi tío, mi marido, un amigo,...". Todos hemos vivido esas situaciones de cerca, pero seguimos creyendo que nunca nos tocara a nosotros, aunque siempre existe la posibilidad.
ResponderEliminarPor eso es tan importante disfrutar de la vida constantemente, sin interrupción, sin anclarse en el pasado ni quedarse embobado imaginando el futuro.
Excelente artículo Luís!
Uun abrazo :-)
Paquito Fernández Ochoa me dio una lección de vida. En vez de preguntarse ¿por qué me tiene que pasar a mí?, cuando le dignosticaron cáncer se preguntó ¿por qué no me va a pasar a mí?. Todos estamos en el bombo para lo bueno y para lo malo, yo quiero tener los ojos muy abiertos para reconocer todos los regalos que me hace la vida desde que me levanto hasta que me acuesto, día a día.
ResponderEliminarMuy bonita tu reflexión Luis.
Compañero, creo que estamos sincronizados.
ResponderEliminarEso parece ;)
ResponderEliminarMi estimado Luis José,
ResponderEliminarEn verdad que lo que sentimos de la vida los minimalistas es una necesidad de disfrutar real y conscientemente de cada momento que nos ofrece el nuevo día, no puedo estar más de acuerdo en que no podemos arrepetirnos de lo que no hemos hecho, hoy es el día para hacerlo.
En este orden de ideas, te felicito por tan buen artículo, me pareció tan práctico y completo que lo podría leer diariamente para mantener el enfoque.
Saludos amigo,
Omar Carreño
Ana, tienes mucha razón, a veces se hace muy difícil, pero si por mil derrotas obtienes una victoria, entonces ha merecido la pena.
ResponderEliminarEn efecto, Diana, de todo se sale. Como decían antes "Dios aprieta pero no ahoga".
ResponderEliminarBesitos
Hola Robert,
ResponderEliminarEs cierto, vivir el presente es la clave, el pasado y el futuro son una ilusión, sólo existe el presente.
Un fuerte abrazo
¿Por qué no me va a pasar a mí? ¡Vaya! No se me había ocurrido darle la vuelta a la tortilla de esa manera :)
ResponderEliminarMuy acertados tus comentarios, como siempre.
Un beso
Hola Omar,
ResponderEliminarEs así, los que intentamos llevar un estilo de vida minimalista nos centramos en vivir el momento, nos centramos en las experiencias y no en las posesiones.
Un fuerte abrazo
¡A disfrutar entonces! Entiendo que no importa cómo uno llegue a estas conclusiones; y si fueron por malas experiencias como mencionabas en tu comentario (al menos en mi caso suelen ser los momentos difíciles los que me abren los ojos, será que me cuesta aprender por las buenas), bienvenidas entonces esas malas experiencias.
ResponderEliminarMis mejores deseos desde estos lados.
A veces es difícil y hay días difíciles, pero otras veces nos complicamos solitos
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