Pelikan Souverän M1000 |
Pocas veces nos planteamos reparar un objeto. Si se estropea el móvil, que apenas tiene dos años, lo tiramos y compramos otro nuevo. Si se estropea el frigorífico, tres cuartos de lo mismo, ¿para qué repararlo si va a costar casi como comprar uno nuevo?
En el lado opuesto al bolígrafo tenemos la estilográfica. Una pluma está hecha de forma artesanal, con buenos materiales, si se estropea la podemos arreglar y dura toda la vida, incluso la podrán seguir usando nuestros hijos. La pluma es completamente ecológica ya que si la llenamos con tinta de tintero, lo único que gastamos es tinta. Con la tinta de un tintero tenemos para escribir muchísimo y además el tintero está hecho de vidrio (muy fácil de reciclar).
Antiguamente casi todos los bienes de consumo eran del tipo "estilográfica"; objetos fabricados con materiales nobles como el metal o la madera, que se podían reparar y que duraban para siempre. Ahora casi todo es del tipo "bolígrafo"; objetos cada vez más baratos y con una vida cada vez más corta y que hay que sustituir rápidamente.
En principio, un objeto del tipo "estilográfica" cuesta mucho más que uno del tipo "bolígrafo", pero a largo plazo sale más barato, y normalmente la experiencia de uso es incomparable.
Cada vez medito más mis compras, compro menos cosas pero con más criterio. Ya hemos comentado en este blog la importancia que tiene el consumo responsable. Siempre que puedo compro objetos del tipo "estilográfica". ¿Y tú? ¿compras objetos de tipo "bolígrafo" o de tipo "estilográfica"?
Luis José, excelente artículo. Una buena estilográfica -con mantenimiento regular y uso apropiado- puede durar toda una vida. Yo entiendo que a veces las personas se decidan por la practicidad del bolígrafo, pero creo que si se tomaran un minuto para pensar y repensar lo que exponés, se decidirían por la estilográfica. Para terminar, comento una anécdota: mi hermana está cursando la escuela media, y usa los rollerball de tinta líquida (los uniball, para ser precisos). Una tarde de domingo, me pregunta si no tenía una birome, pues se quedó sin tinta su roller. Le digo que no, que sólo estilográficas. Me responde que prefiere un bolígrafo. Para salir de la coyuntura, le pido su rollerball vacío, lo abro con una pinza, y lo relleno con tinta de estilográfica. El resultado: un roller rellenado que anda óptimo. Pasa el tiempo, y nuevamente se le termina la tinta. Pensando en que me iba a pedir que lo rellenara nuevamente, me pide una estilográfica que no use. Le presto una P45 vintage plumin M de industria argentina. Al día de la fecha sigue usando su P45 (ya no me la devuelve más). Pienso que se dió cuenta de la practicidad de la estilográfica, y de la mejora que se percibe en la caligrafía, al usar instrumentos de escritura como éstos.
ResponderEliminarLeandrobf109
Tienes toda la razón, Leandro. Creo que mucha gente tiene prejuicios con esto de las estilográficas, piensan que ya no las usa nadie y que son cosa del pasado, pero cuando las prueban cambian de opinión.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu comentario.
Yo soy aficionado a la escritura, me fascina escribir y como blogger primero escribo mis post en papel con mi pluma MontBlanc o si no la traigo porque rara vez la saco de mi casa, uso un plumín uni-ball Needle Point que también da una experiencia de escritura sensacional!
ResponderEliminarMuy buen post, saludos!
Yo la verdad es que cada vez escribo menos en papel y más directamente en evernote directamente desde el PC o portátil o desde el iPhone.
ResponderEliminarHace mucho tiempo me regalaron un Roller MontBlanc que lo utilizo para reuniones y poca cosa más.
No soy de coleccionar cosas y lo que si he he comprado alguna vez son bolígrafos Parker, me encanta como escriben.
Mi estimado Luis José,
ResponderEliminarLa profundidad que he captado en tu articulo, para mi va mucho más allá del objeto con el que escribes, creo que es entablar conciencia de cómo racionalizar mejor nuestras compras con el objeto de tener todo lo que necesitamos en menor cantidad.
Excelente articulo me hizo reflexionar mucho, mil gracias por compartir.
Omar Carreño
Juan, Jordi y Omar:
ResponderEliminarGracias por comentar. Como dice Omar, el artículo va más allá de comparar un bolígrafo con una pluma. He querido poner de manifiesto dos modelos de consumo bien distintos.
Un abrazo.
Soy un poco "maniática" con el hecho de comprar cosas que no necesitamos realmente en casa. No he hecho nada para ser así, creo que viene "de fábrica", pero me gusta.
ResponderEliminarHace siglos que no me compro un bolígrafo a pesar de que los uso a diario y que uno de mis placeres es gastarlos antes de tirarlos. Simplemente la gente no les da valor.
Mis alumnos en el cole los dejan olvidados, los voy poniendo en un bote y al final del curso me encuentro con un montón que nadie reclama ni parece reconocer. Esos son los que yo uso al curso siguiente.